Pensar como todos: Silenciamos lo que NO encaja.
La naturaleza de la realidad ha sido un tema ampliamente discutido desde tiempos inmemoriales. La pregunta fundamental sobre lo que constituye la “realidad” no es sólo un asunto teórico, sino que cuestiona aspectos existenciales de cómo los seres humanos perciben y experimentan el mundo que los rodea. Un ejemplo de la incertidumbre que genera este tema puede verse reflejado en la obra cinematográfica The Matrix (1999), que propone una visión realmente desafiante sobre la relación entre la percepción, la ilusión y la verdad. A través de su narrativa The Matrix invita a una reflexión profunda sobre cómo las construcciones sociales, tecnológicas y cognitivas condicionan nuestra percepción de la realidad y cómo, al igual que los personajes de la trama, podríamos estar viviendo dentro de una simulación sin ser conscientes de ello.
La película también sugiere que la percepción juega un papel clave en la construcción de la realidad. Según Kant, nuestra percepción del mundo no es un reflejo directo de la realidad, sino que está mediada por estructuras mentales preestablecidas. Además, factores externos como los medios de comunicación y las ideologías dominantes moldean nuestra visión sin que lo notemos. Esta idea se también se considera en el libro Para leer al Pato Donald de Dorfman y Mattelart en donde se refuerza la idea de que la percepción de la realidad está condicionada por estructuras ideológicas impuestas por los medios de comunicación y cultura popular. Según los autores, los cómics de Disney no son meramente historias inocentes, sino dispositivos ideológicos que moldean la manera en que las personas interpretan el mundo, promoviendo valores como el consumismo, el individualismo y la naturalización de las jerarquías sociales. Al igual que en The Matrix, donde el despertar de Neo simboliza la ruptura con una realidad impuesta, en Para leer al Pato Donald se sostiene que los productos culturales, al estar cargados de ideología, pueden limitar nuestra capacidad de cuestionar el mundo en el que vivimos. La infancia, por ejemplo, es presentada por Disney como un espacio idealizado , lo que contribuye a la reproducción de una visión del mundo en la que las desigualdades de clase, género y poder no se problematizan. Este tipo de representación refuerza un sesgo ideológico que impide la toma de conciencia sobre las estructuras de dominación, del mismo modo en que la Matrix en la película oculta la verdad sobre la opresión de la humanidad.
En este sentido, el libro de Dorfman y Mattelart pone en evidencia cómo las industrias culturales funcionan como mecanismos de control, diseñados para que los individuos acepten el orden establecido sin cuestionarlo. De manera semejante a The Matrix, donde la percepción es manipulada por las máquinas, en la realidad la percepción de las masas es condicionada por los medios de comunicación, los relatos de entretenimiento y la industria cultural en general. Solo a través de un proceso de crítica y análisis es posible "despertar" y reconocer las estructuras de poder que moldean nuestra visión del mundo.
Asimismo, la pregunta sobre la naturaleza de la realidad, planteada en The Matrix, no solo tiene implicaciones existenciales, sino también políticas y sociales. Si bien la película nos invita a cuestionar nuestra percepción del mundo y a reconocer las ideologías que limitan nuestra visión de la realidad , este análisis se puede expandir a fenómenos históricos específicos, como la intervención de Estados Unidos en América Latina durante la Guerra Fría.
Similar a The Matrix los humanos viven atrapados en una simulación diseñada para controlar sus mentes y evitar que cuestionen su entorno, en América Latina los sistemas de represión instaurados con el apoyo estadounidense funcionaron como mecanismos de control sobre las sociedades para evitar la expansión de ideologías distintas a las socialmente normalizadas. La imposición de dictaduras, la implementación de la tortura y la desaparición forzada fueron estrategias para mantener un orden basado en el miedo y la subordinación ideológica. La realidad que experimentaban países como Venezuela, Guatemala, Chile, Uruguay y Paraguay era, en muchos sentidos, una versión impuesta y manipulada por intereses externos, con el objetivo de eliminar cualquier oposición y sofocar movimientos que pudieran amenazar el statu quo.
En la película, los personajes que despiertan de la Matrix experimentan un shock al descubrir que todo lo que creían real era una construcción artificial diseñada para mantenerlos bajo control. De manera similar, en América Latina, muchas sociedades han tenido que enfrentar la dolorosa revelación que las narrativas oficiales sobre seguridad y progreso ocultaban una estructura de represión sistemática. La propaganda anticomunista utilizada para justificar intervenciones militares y golpes de Estado funcionó como una forma de programación mental, similar a la manipulación de la realidad en la Matrix, donde los individuos eran persuadidos de que el orden impuesto era necesario para evitar el caos.
El caso de Guatemala es un ejemplo emblemático. La "Operación Éxito", llevada a cabo por la CIA en 1954 para derrocar a Jacobo Árbenz, utilizó tácticas de guerra psicológica para crear un clima de desconfianza y justificar la intervención. Esta distorsión de la realidad llevó a décadas de violencia y represión, con más de 200,000 personas asesinadas y 45,000 desaparecidas. La idea de que la realidad puede ser alterada por quienes detentan el poder encuentra un paralelismo en la Matrix, donde los agentes controlan la percepción de los habitantes, impidiéndoles ver la verdad. El Plan Cóndor, una operación conjunta entre varias dictaduras del Cono Sur, operaba de manera similar a los mecanismos de control en la Matrix: eliminaba a quienes representaban una amenaza al sistema, asegurando que la realidad oficial permaneciera intacta. Las víctimas de desapariciones forzadas y torturas fueron eliminadas no solo físicamente, sino también simbólicamente, al ser negadas y borradas de la historia. Esto refleja la idea de que el poder no solo se ejerce a través de la violencia, sino también mediante la manipulación de la percepción y el control del conocimiento.
Un punto a tomar en cuenta es la importancia de, así cómo The Matrix y la intervención estadounidense en América Latina, iniciar una lucha por la verdad y la resistencia. Así como Neo debe superar sus dudas y creencias impuestas para liberarse de la Matrix, las sociedades latinoamericanas han debido enfrentar el reto de desentrañar la verdad detrás de las narrativas oficiales, exigiendo justicia y reconocimiento para las víctimas. El miedo inculcado por años de represión ha tenido efectos duraderos, generando desconfianza en las instituciones y en la posibilidad de un futuro democrático.
Autores como Jean Baudrillard (1981) sostienen que "lo real ya no se encuentra en lo que nos rodea, sino en las representaciones que lo sustituye. Lo real ha desaparecido y ha sido reemplazado por su simulacro." En la sociedad contemporánea, las representaciones mediáticas, como los medios de comunicación y la cultura popular, han sustituido a la realidad, creando lo que Baudrillard llama "hiperrealidad". En este estado, las representaciones no son simples reflejos de la realidad, sino que crean una versión distorsionada de esta, donde es difícil distinguir entre lo verdadero y lo falso.
El libro Para leer al Pato Donald de Dorfman y Mattelart muestra cómo los cómics de Disney, en apariencia inocentes, transmiten ideologías capitalistas que refuerzan el statu quo. Personajes como el Pato Donald y su tío Rico McPato representan una visión idealizada de la vida, donde la riqueza y el éxito son alcanzables sin cuestionar las desigualdades sociales o las dinámicas de poder. Esto es un ejemplo claro de cómo los medios crean una "hiperrealidad", donde se presentan imágenes simplificadas y manipuladas de la realidad, evitando la reflexión crítica sobre las estructuras de poder y explotación. De esta manera, los cómics de Disney reflejan cómo los medios de comunicación construyen una realidad ficticia que distorsiona la comprensión de las dinámicas sociales y económicas, haciendo que las personas acepten un mundo que no cuestiona las desigualdades y manipulaciones presentes en la sociedad.
En conclusión tanto Kant como Baudrillard nos ofrecen marcos conceptuales que explican cómo la realidad que experimentamos está profundamente influenciada por las percepciones y representaciones sociales, y cómo estas construcciones pueden distorsionar o incluso sustituir la realidad misma. En este sentido, The Matrix y Para leer al Pato Donald ofrecen ejemplos de cómo las representaciones mediáticas pueden crear "realidades" alternativas, manipulando nuestras percepciones y dificultando la capacidad de las personas para cuestionar las estructuras de poder y las injusticias sociales presentes en el mundo real. La reflexión sobre la mediación de la percepción y la construcción de la realidad nos invita a ser más conscientes de las fuerzas que influyen en nuestra comprensión del mundo y a cuestionar las narrativas impuestas por los sistemas de poder.
Bibliografía
Dorfman, A.,& Mattelart, A. (2000). Para leer al Pato Donald: La influencia de la prensa infantil en la formación del pensamiento en América Latina. Siglo XXI Editor
Instituto de Ciencias de Nutrición y Salud. (s.f.). Simulacro y simulación (Simulacra and simulation). Jean Baudrillard. Recuperado de https://www.icns.es/articulo_simulacro_simulacion_simulacra_simulation_jean_baudrillard
Kant, I. (1781). Crítica de la razón pura. Recuperado de https://docs.enriquedussel.com/txt/Textos_200_Obras/Aime_zapatistas/C.Razon_pura-Immanuel_Kant.pdf
Wachowski, L., & Wachowski, L. (Directores). (1999). The Matrix [Película]. Warner Bros.

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